HIJO DE PAPÁ Y MAMÁ
Ayer
la canela derramó el chocolate.
Estaba
frenética, amarga como la tía cabrales.
Yo la
vi… a la tía, reventando contra las paredes
los
enseres de la casa y maullando como los
gatos
del vecino Alirio.
Deliraba
creyendo que Josefino el hijo, había
desaparecido,
que lo había raptado el comadrejo.
¿Dónde
estará Josefino? Si hoy es su cumpleaños.
Le
compré su saco preferido y sus zapatos para el frío.
¡Ay
que me encuentre a ese comadrejo, lo dejaré sin pellejo!
Al cabo
de un rato vi que apareció Josefino, sonriendo y diciendo:
qué
bueno es este tipo.
Siempre,
pero siempre me hace sentir que soy
su hijo,
y la
vaina es que mamá sigue insistiendo en que yo soy fortuito.
Comentarios
Un relato que me encanta y que no le falta el humor.
Que Dios te bendiga.
Un beso desde Valencia, Montserrat
Una buenisima entrada cargada de un buén humor!!
Espero que se encuentre bién
Con cariño Victoroa!!