HIJO DE PAPÁ Y MAMÁ




Ayer la canela derramó el chocolate.
Estaba frenética, amarga como la tía cabrales.
Yo la vi… a la tía, reventando contra las paredes
los enseres de la casa y maullando como los
gatos del vecino Alirio.
Deliraba creyendo que Josefino el hijo, había
desaparecido, que lo había raptado el comadrejo.
¿Dónde estará Josefino? Si hoy es su cumpleaños.
Le compré su saco preferido y sus zapatos para el frío.
¡Ay que me encuentre a ese comadrejo, lo dejaré sin pellejo!
Al cabo de un rato vi que apareció Josefino, sonriendo y diciendo:
qué bueno es este tipo.
Siempre, pero siempre me hace sentir que soy su hijo,

y la vaina es que mamá sigue insistiendo en que yo soy fortuito. 

Comentarios

J.R.Infante ha dicho que…
Un abrazo, Rodolfo. Ya hacía algún tiempo que no sabía de ti.Espero que te vaya todo bien.
Hola Fra. Rodolfo.
Un relato que me encanta y que no le falta el humor.
Que Dios te bendiga.
Un beso desde Valencia, Montserrat
Victoria ha dicho que…
Cuanto tiempo amigo Fra Rodolfo y paseando lo encuentro..tenía que ser así Verdad?
Una buenisima entrada cargada de un buén humor!!

Espero que se encuentre bién

Con cariño Victoroa!!

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